El aspartamo fue descubierto accidentalmente en 1965 por el químico James Schlatter en G.D. Searle & Company.
El científico trabajaba en la creación de un fármaco para úlceras estomacales y probó accidentalmente el compuesto resultante, descubriendo su dulzura intensa.
Después de 16 años de investigación y ensayos clínicos, en 1981 la FDA aprobó el aspartamo para su uso en productos secos, y en 1983, en bebidas carbonatadas.